En un lugar de una empresa de cuyo nombre prefiero no acordarme, los jefes de cada departamento hablan con sus curritos, las cosas no van mal para los tiempos que corren, sólo se ha bajado un 15% con respecto a otros años. Les comentan que no deben preocuparse, que sólo repercutirá sobre la paga de beneficios, el que la reciba. Bueno, dentro de lo malo, y si no pensamos en los cinco años que llevan sin subirse los salarios, podíamos estar peor, en la “puta calle”. Todo esto ocurre un mes antes de la reforma laboral.
Qué pasa después de la reforma laboral. ¡Ah! ¡Sorpresa!, llegan los despidos con 20 días por año trabajado por un máximo de 12 meses.
Bueno, hay que alegrarse por los que se quedan en sus puestos de trabajo, tendrán su trabajo más el de los que se marcharon y como aliciente un mínimo de un 15% de bajada en sus beneficios.
Con esto tenemos que la empresa cubre sus pérdidas con los beneficios que no da y a parte sale ganando con los sueldos que se queda.
Qué se puede decir sobre todo lo anterior. Proponer una huelga general a la semana para hacer una rereforma laboral y de paso descansar algún día más.
Somos mucha la gente en paro, mucha la gente con miedo, muchas familias en las que ningún miembro trabaja y la reforma, aparentemente, suponía una esperanza. Después de ver el programa de la sexta “Salvados” del 19 de febrero, perdí la esperanza, esperanza de un sueldo digno, de un trabajo digno... Me pregunto, ¿realmente queremos estar como los alemanes? con esos sueldos de mierda y esos contratos basura por horas, más basura de los que ya teníamos.
Dentro de poco todos tendremos un conocido, un amigo o un familiar víctima de la reforma laboral. Tendríamos que formar una asociación como la de victimas del terrorismo o como las victimas del franquismo, con el nombre de victimas de la reforma laboral del 2012.
¡¡CAMARADAS A LAS BARRICADAS!!
Escuchando a Barricada
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