El último libro de la trilogía de Martín Ojo de Plata pone punto y final a la historia de Catalina Solís y sus aventuras como Martín Nevares.
En este caso, el trasfondo de la conjura para conseguir el reino de las nuevas tierras de América, de la Nueva España.
Resulta muy interesante descubrir que palabra que utilizamos vienen de las antiguas civilizaciones americanas. Hurakam es el nombre del dios maya que con su aliento creó las tierra y ahora huracán es un viento fuete y violento que arrasa la tierra.
Como en toda novela que se precie no puede faltar una historia de amor, en este caso la de Catalina y Alonso que al final, como casi siempre, termina bien, ricos y enamorados.
Una cosa que me ha llamado la atención es el sistema de enviar mensajes entre la Nueva España y Tierra Firme. La comunicación rápida y fluida que tienen entre Bioho y Yanga. La información de entre esas comunidades es rápida y fluida mucho más que las comunicaciones oficiales que se realizan por barco.
Las descripciones que realiza de los sitios hace que uno sienta que está allí y que perciba los colores y los olores de esa época como propios.
Recomiendo la lectura de los tres libros, si la hacéis de manera continua es como si os leyeseis un libro de mil páginas que, a mi, son de los que más me gustan.
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