Llega
el buen tiempo y con él las orugas procesionarias. Este año entre la falta de
de lluvias y la falta de presupuesto para
la fumigación, las procesionarias, al igual que Córdoba o Sevilla en la Semana
Santa (procesiones), han hecho suyas las calles.

El
pelo urticante de la oruga se clava primero en la piel u otra superficie de
contacto actuando como un arpón que
contiene una ampolla de tóxico, llamado taumatopeina, que provoca la liberación
de histamina por parte del animal y en consecuencia la reacción alérgica.
Los
síntomas más característicos son inflamación de lengua, labios y cabeza en
general con presencia de babeo, dolor y
excitación.
El mayor
peligro estriba cuando el animal se traga la oruga con lo que se ve involucrada
la laringe, produciéndose una inflamación de la glotis con la consecuencia
final de la muerte del animal si no se le lleva urgentemente al veterinario más
cercano para practicarle una traqueotomía.
Si
sabemos que no se ha tragado la oruga, hay que lavar muy bien toda la cavidad
bucal con agua templada ya que el calor ayuda a rebajar los síntomas y aliviar
al animal. Muy importante, luego de hacer esto llevaa tu mascota al veterinario
lo más rápido posible, ya que la inyección de corticoides directamente en la
zona afectada suelen dar buenos resultados.
Durante
los meses primaverales, que no en todo el mundo es en la misma época, y con temperaturas más o menos altas evitad que los perros paseen por las zonas de pinares.

Así
que ya sabéis, si hay orugas por los
alrededores de donde soléis pasear con vuestra mascota, os diría que prestarais
mucha atención. No creo que os suponga mucho esfuerzo cambiar de hábitos e ir a pasear con vuestro perro fuera de zona
de pinares. Por mucha atención que pongamos, “el que tienta al diablo…”. Si no os queda más
remedio que pasar por zona de peligro llevad el perro atado y en posición de
junto, fush o como lo llaméis.
En
estas épocas he visto mucho energúmeno que se llama a sí mismo amante de los
animales llevando a su perro suelto y sin ninguna atención.
Si
como dicen el hombre domesticó al perro convirtiéndolo en su mejor amigo,
entonces ¡¡¡cuídalo, mamón!!!